Todo responsable de almacén lo sabe: la maquinaria es tan segura como quien la maneja. Puedes invertir en las mejores carretillas del mercado, revisar cada mantenimiento al día, y aun así, un mal gesto o un curso improvisado puede acabar en accidente, pérdida de tiempo o algo peor. Por eso cada vez más empresas de Madrid —desde Coslada hasta Getafe o Alcalá— están replanteando cómo formar a sus equipos.

Y ahí entra la norma UNE 58451:2016, el estándar que está marcando un antes y un después en la formación de operadores de carretillas elevadoras. No es un simple curso, es una metodología completa que define cómo debe enseñarse, evaluarse y acreditarse la competencia profesional en el manejo de equipos de manutención.

Así que, ¿por qué deberías exigirla en tu empresa? Vamos por partes.

De la obligación al estándar de calidad

Durante años, bastaba con cumplir el Real Decreto 1215/1997, que exigía que los trabajadores recibieran formación “adecuada”. El problema es que ese texto nunca explicó qué significaba “adecuada”. Resultado: cursos teóricos de una hora, diplomas sin prácticas, y operadores que aprendían sobre la marcha.

La UNE 58451 vino a poner orden. Establece contenidos mínimos, duración, evaluación teórica y práctica, y requisitos para los formadores y los centros. No cualquier academia puede impartirla. Solo aquellas certificadas, como Ablacar, bajo auditoría de EQA, pueden garantizar que el aprendizaje cumple con ese estándar técnico.

Y no se trata solo de cumplir con la norma, sino de reducir riesgos reales. En el último informe del INSST, más del 30% de los accidentes con carretillas se deben a errores humanos durante maniobras de carga y descarga. Formación UNE significa que tu equipo sabrá evitar eso.

Qué cambia en la práctica

En Ablacar, por ejemplo, los cursos UNE combinan teoría online y práctica presencial en Coslada (Madrid). No hablamos de simulaciones digitales, sino de maniobras reales con carretillas CESAB —frontal eléctrica, retráctil o todoterreno—, porque la destreza se gana con las manos, no solo con la cabeza.

El operador aprende a controlar el equilibrio de cargas, las alturas de elevación, la estabilidad en giros y rampas. Pero también se forma en prevención de riesgos laborales, algo que la norma integra de manera transversal. Es decir, cada ejercicio práctico incorpora análisis de entorno, señalización y evaluación de riesgos antes de mover una sola paleta.

Y si tu empresa ya dispone de su propia flota, el curso puede adaptarse a esos modelos concretos. Si, por ejemplo, trabajas con carretillas eléctricas CESAB M300 o retráctiles CESAB R300, el aprendizaje se personaliza según la maquinaria con la que tu equipo opera cada día.

Más que un curso, es una inversión directa en productividad. Un operador formado pierde menos tiempo en correcciones, reduce desgaste de batería, frenos y horquillas, y alarga la vida útil del equipo.

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El valor del certificado UNE 58451

La certificación no es un simple papel. Es un documento reconocido por empresas, servicios de prevención y organismos de control en toda España, con una validez de 5 años. Eso significa que, si mañana un inspector o auditor de PRL revisa tus registros, tendrás respaldo documental sólido.

Y cuando toque renovar, el curso de actualización mantiene las competencias sin repetir todo el proceso. En dos o tres horas teóricas y una práctica, el operador repasa maniobras, actualiza protocolos y renueva su acreditación sin interrumpir demasiado la jornada.

En un sector donde el ritmo no perdona, esa agilidad es clave.

UNE 58451 frente al RD 1215/97: la diferencia que se nota en el día a día

Piénsalo así. Con un curso genérico, el operador puede decir que “tiene formación”. Con un curso UNE 58451, tiene acreditación. En el primer caso, la empresa asume todo el riesgo si algo ocurre. En el segundo, puede demostrar que cumplió con un estándar auditable y reconocido.

Y hay algo más. Los cursos UNE obligan a una evaluación práctica real, algo que el RD 1215/97 ni siquiera menciona. El formador tiene que comprobar maniobras obligatorias: arranque, elevación, desplazamiento con carga, apilado y estacionamiento seguro. Si el operador no demuestra competencia, no se aprueba. Simple.

No todos los gestores se atreven a aplicar ese nivel de exigencia, pero quienes lo hacen notan la diferencia. Menos daños en estanterías, menos incidentes por vuelco, menos reclamaciones internas. Y eso se traduce en ahorro.

En un almacén medio, una colisión menor con una paleta mal cargada puede suponer 400 o 500 euros en daños. Multiplica eso por doce al año. De repente, el curso ya se ha amortizado solo.

Formación que acompaña la evolución tecnológica

El sector de la manutención está cambiando rápido. Las carretillas eléctricas CESAB de última generación, por ejemplo, integran sensores, pantallas LCD y sistemas automáticos de frenado regenerativo. Formar operadores en esa tecnología no es un lujo, es una necesidad.

Además, la digitalización de la formación —como la plataforma online de Ablacar— permite que los trabajadores completen la parte teórica desde cualquier dispositivo, sin desplazamientos, manteniendo el mismo nivel de calidad y control que en una sesión presencial.

El modelo mixto se adapta a las nuevas realidades logísticas, donde los turnos rotativos o la subcontratación hacen que reunir a todo el personal en el mismo horario sea casi imposible.

Y cuando llega la parte práctica, el entorno de Coslada ofrece el contexto perfecto: zona industrial, fácil acceso desde la A-2 y espacio real para maniobrar con diferentes tipos de carretillas, desde las transpaletas eléctricas hasta los recogepedidos de gran altura.

Una cultura de prevención, no un trámite

A veces, la formación se percibe como una obligación administrativa. Pero los responsables que mejor gestionan sus almacenes saben que la seguridad no se subcontrata, se cultiva.

Un equipo formado con la UNE 58451 trabaja con más confianza, comunica mejor y detecta fallos antes de que ocurran. Ese clima reduce el absentismo, mejora la coordinación y genera un impacto tangible en los resultados.

Y no es solo teoría. En empresas de la zona de Madrid Este que han implementado programas completos UNE con Ablacar, los incidentes por manipulación inadecuada han caído entre un 25 y un 40% en el primer año. No hay software que logre eso sin implicar a las personas.

Formarse hoy para competir mañana

El sector logístico español vive un momento de transformación: automatización, electrificación, optimización de costes. Pero ninguna innovación vale de nada si los equipos no saben utilizarla con precisión y seguridad.

Por eso, más que una tendencia, la formación UNE 58451 se está convirtiendo en una exigencia práctica. Las grandes plataformas de distribución ya lo piden. Los seguros laborales lo recomiendan. Y los fabricantes, como CESAB, confían en centros certificados como Ablacar para que sus máquinas se utilicen con toda su capacidad.

Así que, si gestionas un almacén, una empresa de distribución o un centro logístico, no esperes a que el próximo accidente o auditoría te obligue a reaccionar. Anticípate.

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Porque la diferencia entre cumplir y liderar está, muchas veces, en cómo decides formar a tu equipo.